Antes de aceptarme sé consciente de las responsabilidades que debes tener conmigo, aprende a tratarme bien, cada separación de ti es para mí un sufrimiento, ¡recuérdalo!
Habla conmigo, siempre te escucho, no te enojes y me encierres como castigo, dame tiempo para comprender lo que quieres de mí, infúndeme confianza, vivo de ella. Tú tienes tu trabajo, tus diversiones y amigos; ¡yo sólo te tengo a tí!
Antes de pegarme, piensa que mis mandíbulas o garras podrían destrozarte fácilmente y sin embargo no hago uso de ellas.
Ocúpate de mí cuando llegue a viejo, también tú lo serás algún día, no me abandones en la calle, es mi mayor enemiga, no comprendo el peligro y te extraño, por favor, piénsalo…
Si realmente me amas, ponme una identificación con mi nombre y teléfono, nunca te arrepentirás.
En el caso de que me lleves a pasear a la calle y se me ocurra hacer mis necesidades fisiológicas, ten la amabilidad de limpiar, por respeto a los demás.
Con cariño,
Tu perro.
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